De la Redacción
El Buen Tono
Región.- El tráfico de armas ilegales desde Estados Unidos hacia México es una problemática alarmante y persistente que alimenta la violencia en el país.
En el gobierno de Andrés Manuel López Obrador (2018-2024), las Fuerzas Armadas mexicanas lograron asegurar 28 mil 159 armas de fuego ilegales, una cifra que palidece frente a las más de 200 mil armas que ingresan anualmente de forma ilícita desde el norte.
Esto no sólo evidencia la facilidad con la que estas armas cruzan la frontera, sino también la negligencia de las autoridades estadounidenses al permitir que su omisión legislativa impacte directamente en la seguridad de México.
El investigador Carlos Pérez Ricart explica que esta crisis surge de la disparidad entre un mercado estadounidense que permite el acceso casi irrestricto a armas de fuego y una legislación mexicana que prohíbe casi por completo su posesión.
La brecha entre estas realidades jurídicas ha generado un ecosistema ideal para el tráfico ilegal. En Estados Unidos, se venden armas a través de ferias, tiendas y mercados secundarios con controles mínimos, lo que facilita que muchas terminen en manos de intermediarios que abastecen a los cárteles mexicanos.
Según datos de la Cancillería mexicana, en la última década han ingresado al país cerca de 2 millones de armas desde Estados Unidos. Estas no sólo llegan en cantidades abrumadoras, sino que incluyen equipo bélico sofisticado como lanzacohetes y ametralladoras, incrementando las capacidades letales de las organizaciones criminales en México.
El impacto de estas armas en México es devastador. El 70% de los homicidios en el país son cometidos con armas de fuego, según Pérez Ricart, cifra que se ha triplicado en comparación con hace dos décadas.