De la redacción
El Buen Tono
Orizaba.- Un acto de maltrato animal ocurrido por la noche en las calles de Sur 25 y Oriente 6, en Orizaba, ha generado una ola de indignación entre los ciudadanos y reabierto el debate sobre la pasividad de las autoridades municipales frente a estas situaciones.
De acuerdo con el testimonio de un ciudadano, la agresión ocurrió alrededor de las 9:30 de la noche mientras él y su pareja cenaban en un puesto de hamburguesas. En ese momento, un hombre jalaba bruscamente a su perro, lo que llamó su atención. Segundos después, el sujeto comenzó a patear violentamente al animal, provocando la intervención de los testigos presentes.
A pesar de los intentos de dos personas por detener la agresión y hacer entrar en razón al responsable, este reaccionó de manera agresiva, lanzando insultos, amenazas y riéndose de las personas que intentaban proteger al animal. Incluso llegó a afirmar: “Yo puedo hacer lo que quiera con mi perro”.
El reporte fue realizado al 911, pero la respuesta de la policía tardó aproximadamente 20 minutos, tiempo en el cual el agresor continuó maltratando al animal y burlándose de los presentes. Cuando llegaron los oficiales, tomaron declaraciones, pero argumentaron que no podían proceder debido a que el hombre no fue sorprendido “en flagrancia”. A pesar de las pruebas fotográficas y los testimonios, sólo se le dio una advertencia verbal, dejando al agresor en libertad.
Este incidente refleja la falta de límites claros y de medidas preventivas contra el maltrato animal. La actitud indiferente de las autoridades municipales fomenta la repetición de estos actos, pues las personas saben que no enfrentan consecuencias legales contundentes.
“No todas las personas deberían tener mascotas. Hay quienes no respetan la vida y se ensañan con seres indefensos”, expresó uno de los testigos, visiblemente afectado por lo ocurrido.
Los ciudadanos hacen un llamado al ayuntamiento de Orizaba para que asuma su responsabilidad en la protección de los animales.
La aplicación rigurosa de reglamentos y la implementación de sanciones ejemplares es una acción urgente.
