CD. Mendoza.- Autoridades de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) y de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) son indiferentes al problema de contaminación que persiste desde hace varios años en el Bosque de Galería de los ahuehuetes, indicaron integrantes de la agrupación ambientalista Proyecto Ahuehuete.
Explicaron que lo anterior es porque no se ocupan de investigar y sancionar los delitos ambientes que ahí prevalecen desde hace tiempo.
Por lo que consideraron como urgente la atención de las dos instancias hacia el lugar porque en el tramo que atraviesa el municipio tienen el registro de más de 25 descargas colectivas de aguas negras a cielo abierto que desembocan al río Blanco, así como de 50 árboles quemados, 17 usados como soporte para las bardas de las viviendas y más de 50 afectados con el tiradero de escombros.
Destacaron que pese a lo anterior y a que desde julio de 2016 se hizo público el daño con grafitis a 17 ejemplares y en agosto de ese mismo año se interpuso una denuncia sustentada en la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA), en la de Desarrollo Forestal Sustentable y en el Reglamento Nacional de Aguas, nada han hecho al respecto.
“Hay leyes que nos dan la facultad como ciudadanos para exigir a los funcionarios de los tres niveles de Gobierno que preserven y regulen las áreas naturales, así como la contaminación del agua, el aire y el suelo para vivir en un entorno natural sano; sin embargo, parece que no somos tomados en cuenta”, comentaron los entrevistados.
En este sentido, lamentaron que el decreto de área natural protegida del Cañón del río Blanco desde hace más de 50 años a la que pertenece el bosque de más de 500 ahuehuetes, sigue siendo letra muerta para las dependencias que deberían ocuparse de su mantenimiento, rescate y preservación integral.