Amatlán.- Los migrantes siguen llegando a Rancho Trejo y no se descarta continúen así en los próximos días. Algunos buscan que alguien los lleve en sus vehículos para no detener su camino, otros más se trasladan a pie a los albergues de Córdoba, pero todos con la intención de ir a Puebla y seguir hacia Estados Unidos.
Se observa en el lugar a mujeres cargando bebés, movilizando carriolas donde llevan a pequeños y algunas de sus pertenencias para continuar su trayecto. El cansancio no les es impedimento, dan su máximo esfuerzo para continuar caminando y no perderse del grupo.
Si alguien les ofrece alimento, ya sean latas de atún, un taco, café con pan, lo toman, pues no saben dónde nuevamente les tenderán la mano. Otros siguen su andar con tal de avanzar otros tramos.
Testimonios
Jorge Balico, quien llegó al comedor “La Esperanza del Migrante”, manifestó que tiene 31 años de edad y que en Honduras se dedicaba al comercio, es decir, vendía naranjas y otros productos, pero los recursos no alcanzaban para mantener a cuatro hijos y su esposa, por ello al trascender que saldría una caravana decidió iniciar el viaje a pie.
Algunos transitan solos, otros con la familia o algún allegado, con la idea de llegar a Estados Unidos por un empleo que les permita tener ingresos, debido a que la pobreza de Honduras, Guatemala, El Salvador y Nicaragua, no les permite una vida digna y decorosa.
Gelven Giovani Ramos, de 37 años, también hace el viaje desde Guatemala con la caravana, a la que se unió para tener trabajo. Él se dedicaba a cortar la flor al banano, pero hace unos meses tuvo un accidente en el que se lesionó su brazo derecho y, aun cuando obtuvo atención médica, quedó mal.
Solicitó a las instancias correspondientes su pensión por invalidez, no fue valida, pese a que fue un accidente de trabajo, perdió el empleo y debido a que tiene cinco hijas y esposa a las que mantener, salió por primera vez para trasladarse hacia los Estados Unidos.
Así como ellos, muchos más dejan su hogar para buscar otra ocupación, que les permita tener ingresos, puesto que aseguran enviarán a sus familias recursos una vez que tengan trabajo en Estados Unidos, esperanza que guardan.
Otros más
No se descarta que con los migrantes viajen algunos mexicanos debido a que en el tren han sido observados, incluso varios recibieron atención de Las Patronas, aseguró la representante del organismo, Norma Romero Vázquez.
Ella y otras integrantes ofrecen con más ahínco ayuda al migrante, luego de que no sólo están pendientes de los que diariamente pasan en el tren, sino también de los que transitan a pie y en camiones de carga por la carretera federal.
Ayer en un primer tren dieron alimentos a 50 personas, además de desayunos a 450. “El ferrocarril pasa con indocumentados que no vienen en la caravana, pero que tienen el mismo destino, se les preparó comida, aunque de igual forma apoyamos a los otros”, expresó Norma Romero. Manifestó que ellas se sienten contentas con darles un espacio para descansar porque durmieron bien, aquí a mí como a mis compañeras nos queda la satisfacción de ayudar, quisiéramos proporcionar más, pero lo que damos es de corazón”.
Temían que los desayunos preparados resultaran insuficientes, pero “la multiplicación de los panes se da. Hay que tener fe, cada vez que se comparte Dios multiplica los productos, alcanzó para todos y hasta sobró”, expresó.
Sin embargo, requieren algunos recursos como tenis, suéteres, chamarras, “todo hace falta”, debido a que viajan mujeres, niños, bebés. Por ello, invita a otros a compartir, obsequiar un poco de lo que tienen y vivir la experiencia de participar, para ello pueden acercarse al comedor, conocer y escuchar las razones que tienen para dejar sus lugares de origen.
Descansan
Unos 450 miembros del éxodo migrante fueron atendidos en el comedor “La Esperanza del Migrante” de Las Patronas, quienes les dieron un lugar donde pasar la noche a aquellos que decidieron descansar tras la larga caminata que hicieron, luego de ello continuaron su peregrinar.