Nogales.- El Rincón de las Doncellas es un sitio natural que a pesar del descuido que registra por parte de las autoridades municipales, todavía conserva parte de su belleza a la que rodean los árboles de ahuehuetes.
A casi un siglo de que construyeron la presa retenedora de agua que actualmente tiene unos cuatro metros de profundidad, se nota que el lugar emblemático que colinda con Ciudad Mendoza, tuvo tiempos mejores.
Pero a pesar de ello, se mantiene vivo al igual que los árboles de ahuehuete que lo rodean y que van siguiendo la trayectoria de el río que se forma una vez que la presa descarga su agua en el lugar.
Cuenta con un alto potencial para explotarlo turísticamente, sin embargo, se observa totalmente descuidado y hasta olvidado por las autoridades, es un sitio de contrastes, porque a pesar de estar limpio y accesible al público en general, también es visible su falta de cuidado y hasta de inversión para darle un aspecto atractivo.
Durante un recorrido por el lugar, se notó que lo que algún día fue un salón o restaurante, hoy es un área cubierta de maleza, y que los cinco comerciantes que trabajan en el lugar los fines de semana, son quienes se encargan de limpiarlo ante la ausencia de personal de Limpia Pública del Ayuntamiento.
Al respecto, uno de los vendedores que con machete en mano realizaba faena, aseguró que son ellos quienes se encargan de darle mantenimiento al Rincón de las Doncellas, aun cuando no es su responsabilidad.
Mencionó que también colaboran los vecinos, “podrían venir más personas a pasear, pero los funcionarios sólo se preocupan por la laguna y se olvidan de que esto también es Nogales, necesitamos de apoyo para rescatarlo”.