Agencias
CDMX.- A pesar de los esfuerzos por erradicar el robo de combustibles en México, un significativo número de empresas de transporte de carga siguen comprando diésel robado, revelando una práctica que no sólo perjudica la economía nacional, sino que pone en riesgo la seguridad de los transportistas y sus vehículos.
Según un informe publicado por Transporte.mx en 2020, cerca del 30% de las empresas permisionarias del transporte de carga en México usan diésel obtenido de manera ilícita. Este fenómeno se traduce en una alarmante cifra de aproximadamente 128 mil barriles de diésel al día, que provienen de tomas clandestinas, de un total de 385 mil barriles consumidos diariamente en el país.
La compra de diésel robado se ha convertido en una estrategia para reducir costos, ya que el precio de este combustible puede ser hasta 7 pesos por litro más barato en comparación con el precio en las gasolineras.
Este “ahorro” aparente también permite a las empresas ofrecer tarifas de fletes más bajas, generando una competencia desleal.