De la Redacción
El Buen Tono
Región.- La Secretaría de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes (SICT), a través de su Centro en Veracruz, informó que durante esta temporada vacacional suspendió los trabajos de rehabilitación en los puentes Río Hondo I y II, ubicados en la autopista La Tinaja-Cosoleacaque. Según el comunicado, la decisión busca permitir una circulación más fluida y evitar contratiempos para los automovilistas.
Sin embargo, esta medida evidencia una falta de planeación que se ha vuelto una constante en las obras públicas de México. Las reparaciones en estos puentes comenzaron en enero, pero a casi un año de su inicio, los avances son mínimos. Ahora, las labores quedan en pausa por un periodo vacacional, perpetuando una dinámica que afecta no sólo a los usuarios, sino también a la economía regional.
Este caso no es aislado. Situaciones similares se viven con proyectos administrados por Caminos y Puentes Federales (Capufe), donde los retrasos, la falta de mantenimiento adecuado y los gastos mal justificados son el pan de cada día. La suspensión temporal de trabajos se presenta como una medida de “consideración”, pero lo que realmente refleja es una incapacidad para gestionar y concluir obras en tiempo y forma.
Los usuarios de las carreteras, quienes ya enfrentan altos costos de peaje, vehículos dañados por caminos en mal estado y riesgos de accidentes, tienen derecho a exigir un manejo más eficiente de los recursos. ¿Por qué las reparaciones no se planificaron para evitar interferir con las temporadas de mayor afluencia vehicular? ¿Cuánto más deberán esperar los ciudadanos para que las obras se concluyan?
Mientras la SICT y Capufe insisten en exhortar a los automovilistas a manejar con precaución, ellos mismos deberían “acelerar” sus procesos.
La corrupción y la negligencia en la ejecución de estas obras no sólo generan molestias, sino también un impacto directo en la seguridad y la confianza pública.