José Soria Reyna, conocido como el luchador “Shocker” y apodado el “1000% guapo”, vuelve a estar en el ojo del huracán. A pesar de haber reaparecido públicamente en octubre tras completar seis meses en la clínica de rehabilitación de Julio César Chávez, el luchador confirmó recientemente que ha recaído en su problema de adicciones, generando preocupación entre sus seguidores y la comunidad de la lucha libre.
Una ausencia que encendió las alarmas
El pasado domingo 22 de diciembre, Shocker tenía programada una lucha de apuestas en la Arena Mezquital de Apodaca, Nuevo León. Este evento contaría con la participación de destacados luchadores como Mafioso, Máscara Sagrada, Difunto I y Sexy Andre. Sin embargo, el “Rector de la Universidad de los Guapos” fue el gran ausente de la noche, lo que desató una ola de rumores en redes sociales.
Los internautas especularon que su ausencia se debía a una posible recaída en sus problemas de adicción. Estos comentarios cobraron más fuerza al no recibir respuesta alguna por parte del luchador durante varios días, lo que aumentó la incertidumbre entre sus seguidores.
Shocker rompe el silencio
Finalmente, el pasado 24 de diciembre, Shocker utilizó su cuenta de Facebook para aclarar la situación. En una transmisión en vivo realizada con motivo de los festejos navideños, el luchador admitió abiertamente haber recaído en su problema de adicciones, pero también aseguró estar trabajando para superarlo.
“Sí, tuve una crisis, tuve una recaída y voy a trabajar en ello. ¿Cómo? A base de terapia psicológica. Puede ser que tome alguna terapia de autoayuda; lo vamos a hacer, pero poco a poco, un día a la vez”, expresó.
Cuando se le cuestionó sobre su ausencia en la lucha de Apodaca, Shocker respondió con una sonrisa traviesa: “Ya saben por qué”. Aunque evitó entrar en detalles, mencionó que había perdido su vuelo, una explicación que dejó más dudas que certezas.
El camino hacia la recuperación
La sinceridad de Shocker sobre su recaída ha generado opiniones divididas. Mientras algunos seguidores han expresado su apoyo y empatía, otros han manifestado su decepción ante la falta de compromiso profesional.
A pesar de todo, el luchador reafirmó su intención de salir adelante y continuar su lucha contra las adicciones, un desafío que enfrenta con valentía y determinación.
Por ahora, el futuro del “1000% guapo” sigue siendo incierto, pero su historia nos recuerda que, incluso en los momentos más oscuros, siempre hay lugar para la esperanza y la redención.