Córdoba.-Qué sería de México si los ciudadanos le diéramos la espalda a todos los políticos y funcionarios corruptos. Tal vez seríamos un país de primer mundo como lo son los europeos.
Es inaceptable ver cómo, la población, a pesar de ser aplastada por la bola de corruptos y mofarse hasta de ellos, todavía los quieren hacer sus compadres, con tal de sentirse parte de ellos.
Qué sería un día, Tomás@elalcaheutedeportilla, fuera a cenar a Las Crepas y el dueño de ahí le mandara a decir con el mesero, que se fuera de ese lugar, porque no es bienvenido y que no le van a servir ni un vaso de agua.
Que llegue a su casa y que su hija le diga que en ninguna gasolinera le quieren cargar su coche, porque es hija de un Alcalde ratero y que no es bienvenida.
O que su esposa le diga que le hablaron de la escuela y tuvo que ir a recoger a su hijo, porque lo expulsaron del colegio por ser hijo de un Alcalde ratero.
Que ni en el supermercado ni en la carnicería, ni en tiendas le quieran vender a su familia porque roban dinero del Ayuntamiento.
¿Qué sería de este país con mexicanos así?
Pero no, como burros domesticados los siguen.
Sin embargo, quien trabaja dentro de un Ayuntamiento corrupto, también es corrupto. Ojalá sus empleados le dijeran que no quisieran trabajar con él, y así, una de dos, o cambia y se vuelve un Alcalde honesto y trabajador, o se va, porque sabe que nadie soporta estar con un ratero como él.