
De la Redacción
EL BUEN TONO
Córdoba, Ver.- Mientras el sol calcina las calles de municipios como Chocamán, Cuitláhuac y Orizaba, la sequía vuelve a encender las alarmas en las Altas Montañas de Veracruz. En Córdoba, Hidrosistema sólo enfrenta el estrés hídrico con pipas.
Aunque el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) reporta que, al 31 de marzo de 2025, estos municipios solo registran un nivel Anormalmente Seco (D0), una condición preliminar o residual de sequía, la realidad para sus habitantes es más cruda: el fantasma de la escasez hídrica acecha, y las medidas gubernamentales parecen insuficientes para contenerlo.
El término D0 suena técnico, casi tranquilizador, pero en la práctica significa tierras agrietadas, cultivos bajo presión y una red de distribución de agua colapsada. En Córdoba, aunque actualmente no figura en el monitor, la memoria de su última Sequía Severa (D2) entre mayo y junio de 2024, sigue fresca: pérdidas agrícolas, incendios forestales y vecinos haciendo fila con cubetas ante las pipas de Hidrosistema.
Hoy, la ciudad enfrenta el estiaje con tandeos, mientras la dependencia de camiones cisterna se ha normalizado como un parche temporal.
Hidrosistema, el organismo operador de agua en la zona, reporta 2 mil 667 viajes de pipas en el último año, con 32 mil 230 metros cúbicos repartidos para supuestamente beneficiar a 161 mil 150 personas. Sin embargo, estas cifras esconden un sistema en ruinas: 3 mil 033 fugas y 39 tomas clandestinas detectadas en 14 meses exponen una red carcomida por la negligencia y la falta de inversión.

