AGENCIA
Martínez de la Torre, Ver.- La sequía atípica que afectó este año a Veracruz ha tenido un impacto directo en los productores de limón persa del municipio de Martínez de la Torre, conocido como la “capital de los cítricos” por la gran concentración de productores de naranja, toronja y limón en la región. Este fenómeno climático ha provocado una sobreproducción de limón persa, situación que ha obligado a algunos agricultores a tomar medidas extremas, como tirar el fruto o regalarlo en las calles del centro del municipio para evitar el desperdicio.
La decisión de regalar o desechar el producto busca prevenir la caída en los precios del limón, que históricamente no repunta en esta temporada. Jonathan Marín Marín, del Grupo Exportador Marín, explicó que esta sobreproducción es un resultado atípico de la sequía. “La reacción de los árboles, al sentir que morían por la falta de agua, fue arrojar todas las flores que pudieran, por eso es que ahora hay sobreproducción”, explicó Marín.
A pesar de la mayor cantidad de limón disponible, la competencia con otros estados de la República y países como Colombia, Perú, Brasil y Guatemala, ha limitado las exportaciones, lo que agrava la situación de los productores locales. Además, Marín señaló que el tamaño del fruto también influye en la falta de demanda, ya que los limones grandes no se comercializan, ya que actualmente se busca un tamaño mediano. Esto provoca que el producto quede rezagado y termine siendo descartado o utilizado como alimento para ganado.
“Hay ganaderos que todavía le dan limón a sus vacas, lo dejan que se seque y se lo dan porque se convierte en calcio, no es tan ácido, lo pueden utilizar como alimento y nutrientes para su ganado”, explicó el productor.
A pesar de la adversidad, Marín sugirió que la población aproveche esta situación y conserve el jugo del limón en el congelador, ya que, según él, la sobreproducción de esta magnitud solo ocurre cada tres o cuatro años debido al cambio climático. De esta forma, los ciudadanos pueden aprovechar los limones regalados para su consumo futuro, contribuyendo a evitar el desperdicio de este valioso recurso.
Este fenómeno inusual pone de manifiesto cómo el cambio climático puede alterar los ciclos productivos y los mercados, afectando a los agricultores locales y a la economía de la región.
La situación de los citricultores está muy difícil, ya que regalan el limón, mientras que en otros lados su precio está por las nubes.
Esto genera indignación, y también demuestra la incapacidad, ineptitud e indolencia del gobierno.