
AGENCIA
Álamo Temapache, Veracruz.- Carlos Alfredo “N”, alias “El Figurita”, fue sentenciado a 4 años y 7 meses de internamiento por el secuestro y asesinato del docente Diego Yasmar Barrales San Juan, ocurrido en agosto de 2024. El joven, quien al momento de su detención era menor de edad, fue hallado responsable del delito de secuestro agravado con fines de rescate, tras un juicio especializado celebrado el 30 de enero de 2025.
La víctima, profesor de un telebachillerato, desapareció el 6 de agosto luego de salir en su camioneta Dodge Durango blanca con rumbo al centro de Álamo. Cámaras de seguridad captaron a “El Figurita” abordando al maestro cerca del Palacio Municipal. Aprovechando la confianza que el docente tenía en él, logró subirlo a su vehículo y lo llevó a una zona apartada donde lo sometió con violencia física.
De acuerdo con la carpeta de investigación, Carlos Alfredo “N” actuó en complicidad con Juan Diego “N”, estudiante de la Universidad Veracruzana. Ambos grabaron al maestro sometido y enviaron videos a su familia para exigir un rescate de 2 millones de pesos. Sin embargo, el profesor fue asesinado horas después del secuestro, a pesar de que los agresores continuaron mandando videos y amenazas.
La víctima fue brutalmente torturada: Golpeado, maniatado, apuñalado y finalmente ejecutado de un disparo. Su cuerpo fue arrojado al río Pantepec, en una zona infestada de cocodrilos, y localizado el 9 de agosto atorado entre ramas, con visibles signos de violencia. La camioneta fue encontrada dos días antes en un camino rural del ejido Pueblo Nuevo.
“El Figurita” fue detenido el 8 de septiembre de 2024 y recluido en el Centro de Internamiento para Adolescentes (CEIPA) de Alto Lucero. Su cómplice fue capturado en Tuxpan. En los teléfonos de ambos se hallaron fotografías y mensajes que documentaban el crimen y en los que se burlaban de la víctima. Uno de los textos hacía referencia a cómo podían “ver los huesos al apuñalarlo”, según peritos forenses.
Durante el sepelio, decenas de personas entre exalumnos, compañeros docentes y miembros de la comunidad religiosa del profesor acudieron a despedirlo. Por su parte, la familia de la víctima decidió abandonar la ciudad debido a las constantes amenazas que continuaron tras el crimen.
La sentencia contra Carlos Alfredo “N” fue dictada bajo el proceso JJ/33/2024-II, correlativo JRJ/074/2024-II, en cumplimiento de la Ley para Adolescentes, que impide que los menores de edad sean juzgados como adultos, aun en casos de extrema gravedad.
