AGENCIA
Estados Unidos.- Christopher Gregor, acusado de causarle la muerte a su hijo Corey Micciolo tras abusos de ejercicio, ha sido sentenciado a 25 años de prisión. El juicio, que tuvo lugar en el condado de Ocean, Estados Unidos, concluyó con la condena de Gregor, de 32 años, por homicidio agravado y poner en peligro el bienestar de un niño.
Durante el juicio, la madre de Corey, Breanna Micciolo, leyó una emotiva declaración solicitando el castigo máximo para Gregor. “Te odio, nunca te perdonaré. Nunca recuperaré a mi hijo. Mi familia nunca volverá a sentirse completa. Mi hija nunca podrá conocer a su hermano. Me quitaste todo mi mundo”, expresó Breanna.
Gregor fue sentenciado el viernes 2 de agosto por el juez del Tribunal Superior, Guy P. Ryan, a 25 años en la prisión estatal de Nueva Jersey. La sentencia se deriva de la muerte de Corey, ocurrida en abril de 2021, cuando Gregor obligó a su hijo de 6 años a correr en una caminadora a alta velocidad como castigo, a pesar de que el niño se cayera repetidamente. Corey falleció el 2 de abril de 2021 debido a complicaciones resultantes del abuso.
El juicio, que duró casi seis semanas, concluyó el 31 de marzo de 2024, cuando un jurado del condado de Ocean encontró a Gregor culpable de homicidio agravado. Durante la audiencia de sentencia, el juez Ryan condenó a Gregor a 20 años por el cargo de homicidio agravado y a 5 años por poner en peligro el bienestar de un niño, ordenando que las sentencias se cumplieran consecutivamente.
Según la Ley de No Liberación Temprana, Gregor debe cumplir el 85% de su sentencia por homicidio involuntario agravado antes de ser elegible para la libertad condicional.
Durante la sentencia, Gregor declaró que no sabía que su hijo había sufrido un problema médico grave después del esfuerzo e insistió en que el castigo en la cinta no provocó su muerte. “No lastimé a mi hijo. Lo amaba y todavía lo amo. Lamento no haberlo llevado al hospital antes. No sabía lo enfermo que estaba”, dijo Gregor.
Las investigaciones revelaron que Gregor aumentó la velocidad de la caminadora y que Corey cayó varias veces. Semanas después, Corey experimentó náuseas, dificultad para hablar y caminar. Una cámara de seguridad captó el momento en que Gregor cargaba el cuerpo del pequeño hasta su auto el 2 de abril para llevarlo a un hospital en Hackensack, donde Corey sufrió una convulsión durante una tomografía computarizada y pronto fue declarado muerto.
Aunque los abogados de Gregor argumentaron que Corey murió por una infección, no por las lesiones sufridas en la caminadora, los jurados rechazaron esta afirmación y determinaron su culpabilidad.
La sentencia de Gregor marca un trágico capítulo en la vida de la familia Micciolo, mientras buscan justicia y formas de sobrellevar la pérdida de su amado hijo Corey.