Sídney.- El secuestrador de un café, en Sídney, enviaba cartas a familias de soldados australianos muertos en Afganistán, en las que los comparaba con los “soldados de Hitler”.
El hombre estaba acusado de complicidad en el asesinato de su ex esposa, apuñalada y quemada.
Los mensajes en redes sociales de Man Haron Monis, de 50 años, muerto durante el operativo policial de rescate de los rehenes que tenía encerrados en un café de Sídney, indican que él se sentía un mártir. El hombre, que se decía clérigo musulmán, había llegado a Australia como refugiado desde Irán, aseguraba que lo habían torturado en la cárcel por sus ideas políticas y que luchaba por el Islam y la paz.
“Cuanto más combates el delito, más pacífico eres”, escribió recientemente en su página web.
También escribió: “Soy uno de los testigos de la barbarie del Gobierno australiano”. Monis estaba en libertad bajo fianza cuando, armado con una escopeta, tomó 17 rehenes en el Lindt Chocolat Cafe.
El hombre murió en un intenso tiroteo, junto con dos rehenes, cuando la Policía irrumpió en el café el pasado martes.
TOMADO DE EXCELSIOR