Orizaba.- Al sonido de música de viento y unidos a la voz de ¡Viva el Patrón San Miguel! cientos de católicos participaron en la tradicional procesión sobre Calle Real con la imagen de San Miguel Arcángel y en la sagrada homilía en la Catedral, que ofició el Obispo de la Diócesis de Orizaba, Eduardo Cervantes Merino.
La ligera lluvia permitió las festividades religiosas, pues desde las 18:00 horas los fieles y las autoridades municipales se congregaron en la entrada de la ciudad para recorrer las arterias principales de la Pluviosilla con la imagen de San Miguel Arcángel, la cual fue venerada por los habitantes que se apostaron sobre el bulevar. El contingente fue encabezado por Monseñor Eduardo y el presidente municipal, Juan Manuel Diez Francos.
En procesión los devotos abarrotaron la Catedral para elevar sus oraciones y pedimentos al Santo de la ciudad, para pedirle su protección de todos los males terrenales y los fenómenos naturales. La principal petición que Monseñor Eduardo hizo a San Miguel en su día durante la homilía, fue la de proteger a las familias de Orizaba, la Diócesis, el Estado y el País entero, de todo mal.
También recordó a los creyentes que San Miguel es el Jefe de los Ejércitos de Dios y que la Iglesia Católica lo considera como Patrono y protector de la Iglesia Universal, así como el primero de los siete arcángeles, junto con Gabriel, Rafael y Uriel.
Tal y como se narra en las Sagradas Escrituras, este Arcángel tocará la trompeta el día del arrebatamiento, y es el encargado de frustrar a Lucifer o Satanás, su principal enemigo, por ser el Arcángel de los Ángeles caídos o del mal.
Con el resguardo de Protección Civil municipal y sin incidentes, en el atrio de la Catedral, en la calle Madero y en el parque Castillo, los católicos se deleitaron y culminaron los festejos religiosos en honor a San Miguel, con el tradicional recorrido por los stands de artesanos veracruzanos, que cada año son parte de la algarabía de la verbena popular por exponer antojitos y artesanías típicas de la región.