Adriana Estrada
el buen tono
Orizaba.- La inseguridad que impera en el país se refleja claramente en lo que se ha vivido recientemente en los estados de Guanajuato, Chihuahua, Jalisco, Baja California y que podría calificarse como terrorismo, evidenciando la grave situación y que líderes religiosos han pedido que se atienda.
“Esa violencia donde ya se dan manifestaciones que rayan en el terrorismo, indican la gravedad en que se encuentran las entidades, confirman la solicitud que han hecho los obispos al Gobierno federal de revisar las estrategias de seguridad que evidentemente están fallando”, expresó Helkyn Enríquez Báez, vocero de la
Diócesis de Orizaba.
Los niveles extremos de violencia a los que se ha llegado, hacen sufrir a las comunidades y familias provocando fuga de inversiones, y que además los ciudadanos busquen su propia seguridad o se vayan a un sitio donde tengan un mejor desarrollo.
El vocero dijo que la extrema violencia agudiza la crisis económica que ya se vive en territorio mexicano, pues además de esta crisis, también se genera una crisis de seguridad, inversión y estabilidad, con consecuencias a corto,
mediano y largo plazo.
Enríquez Báez dijo es cierto que se requiere de una estrategia para garantizar la seguridad de los ciudadanos, pero eso no justifica tampoco la militarización del país, pues se requiere de otro tipo de medidas, pero sobre todo la revisión de la estrategia que pueda seguir para mantener no solamente una paz aparente, sino una que se construya desde las diversas aristas que esta conlleva.