Córdoba.- En el marco de la celebración del Día del Paramédico-Socorrista, surgen diversas historias de valor y entereza que llevan a cada uno de los voluntarios a dedicar gran parte de su vida a esta importante labor, sin embargo, no todas ellas nacen de la intención del aprendizaje, sino que algunas se ven marcadas por el dolor de la pérdida de la vida de un ser querido.
Carolina Ávalos López, quien actualmente lleva 6 años dentro del grupo de socorristas voluntarios de la Cruz Roja, delegación Córdoba, recuerda cómo es que lamentablemente la muerte de su abuelo, la impulsó a formar parte de este grupo de voluntarios.
Fallece su abuelo
Según relata Carolina, hace 7 años su abuelo perdió la vida por un accidente, del cual si en ese momento hubiera reaccionado diferente el panorama sería distinto.
“Lavándose los dientes se provocó el vómito y como era una persona mayor no resistió y se ahogó, cuando llegó la ambulancia ya había pasado demasiado tiempo; entre el susto y los nervios tardamos un poco en solicitar el auxilio”, expresó.
Tras el fallecimiento de su abuelo, seis meses después, Carolina decide ingresar al curso de capacitación para Técnico en Urgencias médicas por parte de la Cruz Roja, el cual a lo largo de este tiempo le ha permitido conocer, pero sobre todo entender los motivos del fallecimiento de su abuelito.
A pesar de tener que conjuntar sus actividades personales con un trabajo del cual no recibe remuneración económica, enfatizó en el interés por el servicio el cual le ha permito mantenerse firme en su labor, pese a las circunstancias difíciles.
“No he pensado en dejar esto, se ha convertido en parte de lo que soy, ya no me veo no siendo parte de la Cruz Roja Mexicana”, dijo.
Ante el desinterés que los ciudadanos presentan para formar parte de estos grupos de auxilio, por no recibir un pago a sus servicios, Carolina, aseveró que es lamentable que la propia sociedad se encuentre apartada de las labores desinteresadas.
Por ello, exhortó a todos los jóvenes, principalmente, a que se unan a estas actividades, porque al término del día dejan un agradable sabor de boca al poder ayudar a los demás.
Yessica Martínez Argüelles
El Buen Tono