Orizaba.- Como director del periódico diocesano Buena Noticia, vocero de la Diócesis y como colega de los periodistas, el padre Helkyn Enríquez Báez se solidarizó en la preocupación, luto e indignación del medio periodístico por el asesinato del fotoperiodista Rubén Espinosa.
Lamentó la preocupación de no poder ejercer libre y segura la profesión. En un Estado de derecho se tendría que desarrollar de una forma libre, segura y humana esta noble profesión, sin embargo, ocurren noticias como éstas que se suman a una cadena de asesinatos. A la Iglesia le preocupa lo que ocurre con los periodistas porque es el reflejo de lo que sucede en la sociedad, la violencia cobra muchas vidas y no se quiere reconocer.
“No quisiéramos (como ustedes lo están poniendo), que alguien más fuera agredido, ni un periodista, ni un ciudadano, ni un muchacho, nadie; no tendría por qué ser así, yo creo que es una demanda justa la que están realizando porque aparte de ciudadanos, seres humanos valiosos como lo son ustedes, su labor periodística exige que trabajen en un ambiente de seguridad, que puedan hablar libremente, expresar la verdad en un ambiente de paz, para que a su vez sean promotores de paz informando la verdad, el que informa la verdad, decía Santo Tomás: la verdad diga quien la diga, viene del Espíritu Santo y en ese sentido si ustedes promueven y buscan la verdad, seguro que van a ser constructores de paz”, les dijo el sacerdote a los reporteros.
Los periodistas se reunían en el centro de la ciudad para emprender la manifestación prevista para el mediodía del domingo y a su paso por la zona, el sacerdote se dispuso a saludarlos; ahí les patentizó su solidaridad ante la triste realidad que se enfrenta por la pérdida de la vida.
Los reporteros le inquirieron sobre el luto que hay en el gremio y el sacerdote recordó que la labor periodística es una de las más nobles, la que puede humanizar a la sociedad y por lo cual tendría que desarrollarse con libertad, plena seguridad y un ambiente donde se perciba una sociedad civilizada, humana y fraterna.
Agregó que tal como se ha manifestado ya a favor de la vida y de la paz, esos valores fundamentales se deben promover en los distintos ambientes porque así como los trabajadores de los medios de comunicación han vivido sucesos de violencia, también ésta se ha manifestado en otros sectores, lo cual indica el nivel de descomposición social.
Antes de retirarse, el sacerdote, que también estudió Comunicación, recordó que hay falla desde los distintos sectores, “no sólo las instituciones fallamos en la educación a niños y jóvenes, como iglesia incluso porque quizá no se ha evangelizado lo suficiente en la construcción de paz y justicia, así que todos tenemos tarea en la construcción de paz, en ese tema todos absolutamente tenemos mucho qué hacer”.
El padre Helkyn Enríquez Báez, expuso que falta cobrar conciencia de solidaridad; en momentos en la historia nacional ante un terremoto como el de 1985, se manifestó una solidaridad muy fuerte, pero “creo que estamos esperando que sea una catástrofe material para solidarizarnos y no nos damos cuenta que ahorita estamos en un terremoto social, vivimos por la violencia y circunstancias económicas y sociales terremotos y temblores que nos deberían mover a solidarizarnos”.