Ámsterdam.- Barry, su esposa y su bebé son británicos y ayer trataron de abordar el fatídico avión de Malaysia Airlines para viajar a Kuala Lumpur, pero como no había asientos para viajar los tres juntos decidieron reservar en otro vuelo
“No queríamos viajar separados”, cuenta Barry Sim. “Siempre intento viajar con Malaysia Airlines así que pedí a mi agente que metiera a mi familia en el mismo vuelo que yo”, agrega.
Pasaron sólo un par de horas desde el derribo del MH17 y el hombre todavía no sale de su asombro. La idea de haber estado a minutos de abordar ese avión lo aleja de la paz.
“Tengo una sensación de malestar en la boca del estómago y palpitaciones”, reconoció el hombre, todavía en el aeropuerto de Schiphol, en Amsterdam. Su esposa aseguró estar convencida de que “alguien” les “estaba observando” y les dijo: “No debes subir a ese avión”.
Pero la familia Sim no fue la única que evitóla tragedia. Maarten de Jonge, de 29 años, un ciclista profesional que corre en un equipo malasio, también escapó a la catástrofe.
“En el último momento elegí un vuelo que salía el domingo porque era 300 euros más barato. Sólo quedaba una plaza y la reservé de inmediato”, aseguró el deportista en medios holandeses consignados por la agencia AFP. “Intentar ahorrar me ha salvado la vida”, admitió.
Otra familia, que debía viajar a Australia a través de Kuala Lumpur para un entierro, llegó demasiado tarde al aeropuerto y no pudo comprar billetes para el vuelo MH17.
“Es un poco surrealista”, aseguró la mujer en la señal de TV AT5, con una niña en brazos: “Todavía no me lo creo”.
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