Nogales.- Minutos de miedo vivió una familia de la cabecera municipal de Nogales al darse cuenta que su cocina se estaba quemando debido a una explosión en el calentador; el cuarto quedó reducido a cenizas, pero no hubo personas lesionadas.
Los propietarios no quisieron pedir la intervención de los cuerpos de auxilio, aunque los vecinos lo hicieron ante el temor de que el fuego arrasara con otras viviendas.
Fue el viernes, alrededor de las 19:00 horas, cuando los vecinos tuvieron que apoyarse de botes y cubetas con agua para arrojarlos en el cuarto que se estaba incendiando, pues temían una contingencia mayor por la cercanía con tanques de gas.
Tan rápido como fue posible, los familiares del señor Pedro Beristain Reyes, de 32 años de edad, y con domicilio en la calle 14 de abril, se acercaron para rescatar algunas de las cosas que se encontraban en el lugar, pero fue demasiado tarde, ya que el fuego había arrasado con todo.
Y es que el agua que arrojaron fue para evitar que las llamas alcanzarán a afectar el resto de la vivienda, que está construida con mampostería, pero en donde se inicio el fuego fue en la cocina y desafortunadamente los muebles quedaron reducidos a cenizas.
Según la versión de los agraviados, se encontraban en su vivienda cuando de repente escucharon una pequeña explosión en su cocina, por lo que el padre de familia cargó a sus dos hijos menores, y junto con su esposa, salieron de la casa para ponerse a salvo.
Con apoyo de los vecinos comenzaron a arrojar agua, pero la joven pareja se negaba a que pidieran apoyo de los cuerpos de rescate; sin embargo, lo hicieron por temor a que se originara algún otro accidente.
Minutos más tarde, el fuego fue controlado y los muebles de la cocina quedaron reducidos a cenizas.
ANABEL F. SALAZAR
El Buen Tono