CDMX.- Chiapas es el caso más lamentable de pobreza, olvido y marginación polarizada por conflictos añejos, que toma fuerza cada fin de sexenio, y la gente humilde es, como siempre, la más vulnerable, condenó la Arquidiócesis de México.
En su editorial dominical “Desde la Fe”, la Iglesia Católica lamentó el desplazamiento forzado de al menos cinco mil indígenas de la zona de Chalchihuitán y Chenalhó, sin que el Gobierno Estatal y Federal tomen medidas al respecto.
“Esta situación es grave, considerando que las personas desplazadas, según la información recabada por la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), son mujeres embarazadas, menores de edad y personas mayores sin refugio y a merced de las bajas temperaturas de la región”, agregó.
Estas inclemencias, señaló, ya cobraron la vida de ocho personas, entre ellas cuatro niños “que no deberían haber muerto de hambre y frío”.
La Arquidiócesis refirió que el pasado 28 de noviembre, el Consejo Presbiteral de la Diócesis de San Cristóbal de las Casas, encabezado por el obispo Felipe Arizmendi Esquivel, denunció las condiciones “de verdadero terror” en Chalchihuitán y Chenalhó.
Recordó que, de acuerdo con el organismo diocesano, desde 1973, por errores atribuidos a la Secretaría de la Reforma Agraria, se suscitaron disputas territoriales en esa zona.