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Se marchita el Parque de Floricultura

Superiberia

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Córdoba.- Proyectando la flor como una de las identidades de la ciudad, en el 2006 se inauguró uno de los proyectos que prometían ser parte del atractivo turístico de la ciudad, pues en ese momento, el Gobierno municipal buscaba detonar la zona de Córdoba, primero con este parque, seguido de una serie de acciones de rescate, que también se quedaron varadas.

Fue en septiembre del 2006, que con recursos estatales y federales se inauguró el Parque de Floricultura Tropical, que tenía como fin que floristas de la región tuvieran un espacio digno para comercializar su producto, unificándolos en una zona, con la intención de que el turista o interesado acudiera a este parque, para así conocer toda la variedad de flor de la región y a su vez, colaborar con su economía.

La intención no se detenía ahí, según la proyección, en un futuro los floristas podrían incluso aspirar a la exportación de sus plantas. 

Esto iba de la mano con el rescate y detonación de la zona arqueológica, la ex Hacienda de San Francisco Toxpan y la USBI, creando un circuito virtuoso de comercialización, educación y cultura que colaborara a su vez, a repuntar el turismo de la ciudad para esta parte del municipio.

En el discurso de ese momento, autoridades confiaban que el 90 por ciento de la producción sería para el mercado nacional y el 10 por ciento restante para exportación, especialmente de Canadá y Estados Unidos, al menos así consideraba el gobernador de ese momento, Fidel Herrera Beltrán, quien encabezó la inauguración.

Para ello, gran parte de los productores serían de la zona serrana como Agustín Millán, quienes además de que eran dotados de invernaderos, ahora tendrían un lugar donde comercializar y no sólo hacerlo en traspatio; para ello, todos serían
capacitados.

El costo del contrato era de alrededor de 3 millones de pesos, consistió en la construcción de locales de venta, baños, cafetería y oficinas. Hoy en día, este parque quedó como varios de los proyectos que le iban a acompañar, en total abandono.

A la fecha, todo este conjunto de sitios se encontraron con trabas o simplemente están pagando el costo político de los cambios de Gobierno municipal y estatal, pues ni la zona arqueológica fue rescatada y convertida en la gran región turística, la USBI se torna otro elefante blanco de Herrera Beltrán, a lo que se le suma un parque en abandono.

No tardó ni un año en que los comerciantes comenzaran a desertar del parque por no tener ni las ventas ni las visitas prometidas; la decepción comenzó a llegar y poco a poco fueron cerrando
sus locales.

Del 2006 a la actual administración, muchos fueron los intentos de los encargados del parque por rescatarlo, incluso en su momento, Juan Tress Zilly, quien se desempeñaba como coordinador de Desarrollo Agropecuario, intentó poner en marcha un recorrido durante los fines de semana, promoviendo la venta de plantas como anturio, bugambilia, helechos y palmas, entre otros, para beneficiar a los productores.

Las acciones fueron diversas, incluso para las navidades comenzaba a ser punto de venta de la tradicional Noche Buena, era uno de los meses de mayor actividad, pese a ello, eran más los días de bajas ventas que los buenos.

Con la llegada de la administración panista la situación empeoró, pues el tema del Parque de Floricultura no es uno de los atractivos que ofrezcan autoridades municipales como opción turística, por lo que hoy en día es visible y lamentable el abandono y descuido en que se encuentra este lugar, llevándolo a ser otro elefante blanco más de Fidel Herrera Beltrán.

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