Tezonapa.- A unos 40 kilómetros de la ciudad de Córdoba se encuentra el municipio de Tezonapa y en él la comunidad de Presidio, la cual es custodiada por la magnificencia del Cristo Rey, quien los cuida y protege desde lo alto de un cerro.
Desde los años sesenta que fue construido, el Cristo Rey de la comunidad Presidio se ha convertido en un referente turístico para la región cañera, mismo que puede observarse con los brazos abiertos desde que uno viene circulando por la carretera que comunica a Córdoba con Tezonapa.
La magnífica escultura de 17 metros y más de 50 toneladas de peso, obra del escultor Juan Rosetti y auspiciado por familias italianas que se asentaron en la región, continúa siendo imponente y venerado por los lugareños, quienes lo festejan en el mes de noviembre.
Para poder llegar a los pies del Cristo se tiene que caminar y subir el cerro, el cual cuenta con cientos de escalones que lo vuelven un verdadero reto, ya que subir ese sendero no es nada fácil.
Desde la punta del cerro, en la base de la escultura se puede ver la exquisitez del paisaje que cubre a la región, al fondo se puede llegar a ver el ingenio Central Motzorongo también cada uno de los techos de las casas de Presidio.
Por otro lado, la poca difusión por parte de las autoridades municipales hace que este lugar no sea conocido a nivel regional, estatal o nacional, a pesar de que es una verdadera obra de arte, tanto por sus dimensiones como por su abundante vegetación.
Corrompen al Cristo
En las últimas semanas, los vecinos de la comunidad Presidio y lugares aledaños han denunciado gran aumento en los robos a mano armada a las personas que llegan a querer conocer la escultura, lo cual “mata de tajo” las intenciones de volver de los posibles turistas. Los lugareños dicen estar hartos de tantos ladrones, los cuales (denuncian) son los mismos jóvenes de la comunidad, a quienes no les gusta trabajar y prefieren asaltar a las personas que suben a conocer el lugar, por lo cual hacen un llamado a la alcaldesa de Tezonapa para que vigile y atrape a los malhechores.
Estos hechos no permiten que turistas quieran visitar esta región, a pesar de que tiene todo para ser un destino familiar y pasar un día alegre, disfrutando de la belleza natural de la exuberante zona.