Orizaba.- “Si es que se tuvo una desatención contra la persona invidente, le ofrezco una disculpa”, fue la explicación del síndico del Ayuntamiento, Enrique Hernández Olivares, en respuesta a la denuncia de discriminación por parte del representante de la agrupación Ciegos y Débiles Visuales “Mira por Mí”, Iván Cortés Gómez, quien acusó que le impidieron la entrada con su perro guía en la Sindicatura. El funcionario, afirmó que las puertas de su oficina están abiertas siempre, para todo aquel que requiera algún tipo de solicitud.
Destacó que a todos se les atiende de manera atenta y cordial, partiendo desde el recibimiento de la secretaria, como parte de la ética profesional en que se deben conducir las personas que laboran en el Ayuntamiento.
“Muchas veces te califican bien o califican mal, afortunadamente mi añeja experiencia me aconseja que en cargos públicos hay que ser atentos y educados, hay que reconocer que a veces se cometen errores, pero por lo que toca a este señor que me dices, todos mis respetos y todas mis atenciones por ser invidente”, insistió.
Dejó en claro que no hubo un trato directo con el representante de los invidentes, pero al igual que cualquier otra persona se le trató de manera atenta, “entonces, si eso fue le ofrezco una disculpa pública, porque la que lo atendió fue mi secretaria, quien está capacitada para tratar con el respeto que se merece cualquier persona que acuda”.
El edil, señaló que ese día se encontraba en su oficina atendiendo a unas personas, y la secretaria estaba revisando el reporte de asistencia de los jóvenes de Servicio Social, que hay en el Ayuntamiento, en seguida, el representante de la agrupación se presentó, le solicitó los datos de la Sindicatura para entregarle un oficio; ella le entregó la información y él pidió hablar con el funcionario municipal, a lo cual le dijo que estaba ocupado, pero que sí podía pasar a hablar, sin embargo, la empleada no se percató de que la persona era invidente; al ver que iba el perro le dijo que la mascota no podía ingresar, causando la molestia del joven invidente.
Por ello, al darse cuenta que la persona no podía ver, ofreció en reiteradas ocasiones la disculpa, porque no fue algo intencional, pero debido al enojo de Iván Cortés Gómez, ya no se quiso esperar, pero la acción no fue hecha con dolo, insistió.
