AGENCIA
Siria.- El descontento público en Irán ha crecido notablemente en las últimas semanas debido a las graves dificultades económicas que enfrenta el país, incluyendo cortes masivos de energía, escasez de agua y una inflación creciente, según reveló Benny Sabti, investigador del Instituto de Estudios de Seguridad Nacional (INSS), en declaraciones al medio Maariv.
Sabti destacó que la frustración de la población iraní se centra en el manejo de los recursos del régimen. “La gente está enojada por el malgasto de fondos en Siria y Líbano. Desde el año 2000, el régimen ha invertido 50 mil millones en Siria, fondos que ahora se consideran perdidos”, afirmó. Estas acciones son vistas por el público como un fracaso del gobierno.
El investigador describió la situación actual como alarmante: cortes de energía de hasta siete horas diarias en Teherán y más prolongados en áreas rurales, escasez de agua y una contaminación del aire severa debido al uso de fuel de barco para calentar. Estas condiciones han llevado a cierres temporales de ciudades y restricciones para salir de casa.
Sabti también mencionó el impacto en la industria. Las interrupciones energéticas han paralizado sectores clave, y la tasa de desempleo, que ya era del 23 por ciento (%), ha aumentado 12 puntos porcentuales adicionales, lo que profundiza la crisis.
Aunque las protestas en Irán han sido limitadas a manifestaciones dispersas de trabajadores, estas han generado preocupación en el régimen, que recientemente realizó simulacros de respuesta a levantamientos. “El régimen entiende que la situación es muy frágil”, advirtió Sabti.
La ansiedad también se refleja en las declaraciones de funcionarios iraníes que admiten fracasos en su estrategia regional. “Un general iraní reconoció: ‘Hemos sido derrotados’. Otro señaló que no pueden responder a Israel ni lanzar una nueva ofensiva”, informó el investigador.
La inflación ha afectado gravemente a la economía iraní. El valor del dólar se disparó de 460 mil riales a 820 mil riales, lo que encarece las importaciones y agrava la crisis.
Pese a la desesperanza, Sabti señaló que muchos iraníes mantienen la esperanza en la presión internacional y esperan cambios significativos, incluyendo el posible regreso de Donald Trump al poder en Estados Unidos. “Este es un año decisivo”, concluyó, advirtiendo que el régimen podría enfrentarse a un “suicidio” si continúa su camino hacia capacidades nucleares.
El panorama en Irán refleja un régimen bajo presión, enfrentando no solo la resistencia interna, sino también el costo de sus políticas regionales e internacionales.
