- Señala el nuncio apostólico
Orizaba.- La violencia en el país es un tema que preocupa a la Iglesia y las desapariciones de personas contribuyen al aumento en los índices, ante ello, la sociedad debe unirse para protegerse, manifestó el nuncio apostólico Franco Coppola.
En su visita a Orizaba para la bendición del edificio que albergará a la Facultad de Filosofía “Guillermo Nicolás”, del Seminario Diocesano “La Sagrada Familia”, el representante del Papa en México dijo que no se puede aceptar que un país como el nuestro pueda tener 40 mil personas muertas cada año, “no se puede soportar”.
“Es necesaria la contribución de todos, del Estado, así como las fuerzas del orden y de la sociedad civil, debido a que se descuidó y no de hoy, sino de años; tal parece que es una enfermedad crónica que ha entrado en el cuerpo y que es difícil quitar, por lo que se necesita un gran trabajo de todos”.
Hizo hincapié en que la violencia es consecuencia de un malestar social y uno de ellos es la pobreza, que aunque México no es un país pobre tiene más de la mitad de su población por debajo de la pobreza y que no es de hoy o de ayer, sino de años y siglos de no preocuparse del bien de todos, de preocuparse nada más del bien de pocos, pero es una realidad injusta y no permite a México tener el papel y el rol que merece en el concepto de las naciones.
Reconoció la carta que el presidente de México escribió al Papa pidiendo que la Iglesia Católica se implicara en el trabajo para recuperar la paz, hecho que el Papa aceptó enseguida, la Iglesia mexicana aceptó conducir los esfuerzos de parte de la Iglesia con el Estado y la sociedad para encontrar caminos de paz. “No se trata de encontrar culpas, son un poco de todos, hay que poner manos a la obra”.