Orizaba.- Sin piedad ni misericordia, un gran número de pichones son enjaulados y posteriormente sacrificados durante las prácticas que se llevan a cabo los fines de semana, en el campo de tiro.
En un principio era un entrenamiento como los que regularmente realizaban los uniformados; sin embargo, esta situación cambió, dieron a conocer vecinos del lugar.
El hecho es que al paso de los días, se percataron de que al interior del recinto ingresaban un gran número de automóviles de lujo, para practicar como en los años ancestrales donde no se usaba el disco, sino las aves.
Demandan que esta situación debe de terminar definitivamente, pues refieren que es inhumano que las aves que les capturan sus subordinados y consideradas también seres vivos mueran de esa manera por parte de “gente pensante”.
Sin duda este hecho debería de ser castigado con cárcel, es por ello, que las autoridades municipales deben tomar cartas en el asunto para evitar que continúe esta situación donde las aves están muriendo a causa de otros seres vivos y alterando el entorno ecológico.