Atoyac.- Unos 300 enfermos por diversos padecimientos se congregaron en el nuevo templo de Cristo Rey, donde recibieron la unción (aceite) en manos y cabeza en una eucaristía celebrada por dos sacerdotes.
Cada uno de los enfermos se registró antes de iniciar la eucaristía, para que fueran identificados por los sacerdotes les colocaron una calcomanía con su nombre, debido a que mientras los sacerdotes ungieron a los enfermos les realizaron una oración de forma personal.
Esta eucaristía que también se celebró en otras iglesias, tiene como finalidad promover la reflexión sobre la noción de salud, que en su acepción más completa alude también a una situación de armonía del ser humano consigo mismo y con el mundo que lo rodea. Los sacerdotes invitaron a los enfermos como a sus familiares a aceptar la enfermedad, aprender a vivir con ella, cuidarse y no renegar de lo que les sucede. Los invitó a la aceptación de los padecimientos porque de esa forma viven en armonía.