Córdoba.- Hasta un 80 por ciento podría caer la producción de café en este año si no se toman las medidas de prevención adecuadas y a tiempo, auguró el experto e investigador de la Universidad Autónoma de Chapingo, Esteban Escamilla Prado, quien consideró que estos son los días adecuados para proteger la planta, antes que vuelva a ser infectada por el hongo de la roya.
Detalló que en el ciclo pasado la producción del aromático cayó un 30 por ciento —aproximadamente— y en caso de no prevenir, se sumaría una caída del 50 por ciento en este año, es decir, en total se tendría una pérdida del 80 por ciento, lo que podrá constatarse hasta septiembre de este año.
Así lo dio a conocer el experto durante su visita a las instalaciones de esta casa editorial en donde charló con reporteros y editores, a fin de trasmitir sus conocimientos para que la noticia llegue al lector de manera más veraz y oportuna.
A decir de Escamilla Prado, este es el momento adecuado para que el productor tome medidas preventivas, incluso elaboradas por ellos mismos y a bajos costos, como los caldos de minerales. “Ahorita es el periodo clave para que prevengan, yo los exhortó a que consulten”, dijo.
Recomendó al productor a que no espere actuar hasta que el gobierno les libere recursos, pues con la veda electoral esta entrega se tardaría, por lo cual será demasiado tarde, pues no falta mucho para que la roya comience a aparecer de nuevo y contamine las hojas del aromático.
“Ahorita con las esporas que quedan, la semilla del hongo no tarda en volver a reinfectar y lo poco que queda de hoja, se lo acabe y el problema sea más grave”.
En caso de que el productor no tome medidas adecuadas, entonces la pérdida podría alcanzar un 80 por ciento y con ello se generaría un desabasto, derivando en un incremento en el monto de importación, especialmente de café arábigo, siendo que es el grano que se produce en la zona.
Y es que, ante los embates de la roya, se estima que a nivel nacional la producción de café sea de alrededor de 2.5 millones de toneladas, por lo que urgió a una estrategia para el rescate del aromático, pero pensada a largo plazo, al menos a dos décadas, apuntó Escamilla Prado.