Orizaba.- Unas 36 personas que estaban a mil 600 metros de altura en el cerro del Borrego, vivieron minutos de preocupación, entre ellos un minusválido de 87 años, quienes fueron rescatados al quedar atrapados por una falla en el sistema eléctrico del teleférico, del también llamado “malacate”.
La mayoría de estas personas tuvieron que bajar caminando, porque se encontraban en la cima del cerro; entre ellos había niños, adultos y bebés, a quienes al caer la noche, los auxiliaron con lámparas para lograr descender.
La mayor preocupación fue un minusválido, quien fue cargado con todo y silla de ruedas por personal de la Policía, guardianes del cerro del Borrego y de la Comisión Nacional de Emergencia, ya que lo trasladaron por el sendero del cerro, que tiene una altura de mil 600 metros sobre el nivel del mar.
El incidente ocurrió alrededor de las 18:30 horas por una falla, “al parecer en una pastilla del transformador”, reconoció el coordinador del teleférico, Luis Miguel Aureoles.
Dicha falla dejó sin energía al teleférico, y con ello, los paseantes quedaron atrapados en las cabinas, apenas a unos metros de llegar a las estaciones de salida de ascenso y descenso.
Al menos en la estación de salida de la Plaza Pichucalco, fueron alrededor de 10 personas las que fueron bajadas con escaleras, improvisando el rescate por la falta de equipo para este tipo de emergencias.
Mientras que en la cima, fueron 15 las personas atrapadas en las tres cabinas del “malacate”, entre adultos, niños y personas adultas.
Fueron varias horas las que utilizaron los rescatistas para bajar al señor Gilberto Aguilar, minusválido de 87 años, quien afortunadamente descendió con buen estado de salud, luego que estaba en la cima con familiares, disfrutando del paisaje cuando ocurrió la falla.
Al respecto, el guardabosques del Cerro del Borrego, Carlos Altamirano Lima, dijo que fueron alrededor de 40 rescatistas de la agrupación Guardianes del Cerro del Borrego, Protección Civil, Cruz Roja, Policía municipal y voluntarios quienes participaron en el rescate de todos los paseantes, entre los que hubo unos 10 niños de entre 1 a 10 años, el resto adultos y personas de la tercera edad.
Dijo que le preocupaban tres puntos importantes a considerar: el tiempo, porque llega la noche y el descenso de temperatura, que puede provocar hipotermia y debilitamiento de la gente.
Aunado a que la falta de luz dificulta todo, y el desconocimiento de las personas que no conocen bien el sendero para bajar caminando.
Afortunadamente, las autoridades de rescate no reportaron lesionados, sólo algunas personas con crisis nerviosa y dolencias por el pesado descenso de mil 600 metros de altura.
Óscar Jiménez Carrasco
El Buen Tono