Córdoba.- Mauricio García Ballinas utiliza su cargo como director del Tecnológico de Monterrey campus Zona Centro para proyectarse políticamente en un evidente conflicto de interés.
El Tecnológico de Monterrey es una institución educativa que ha basado su prestigio precisamente en la sana distancia que ella misma y su comunidad han delimitado de la política partidista.
Por ello, resulta extraño que la Rectoría con sede en Monterrey y la comunidad académica y estudiantil pasen por alto las aspiraciones políticas de su director.
En el pasado mes de enero, el mencionado García Ballinas participó en la presentación de Yolanda Juárez como presidenta del Partido Verde en Fortín.
Ahí, en la rueda de prensa, Ballinas estuvo en el presidium, acaparando los flahses de los medios para posicionarse en la opinión pública.
Esa intervención no fue casualidad
El representante del Tecnológico de Monterrey en la zona aprovecha cuanto foro hay para buscar reflectores, incluso aún involucrándose en actividades que pudieran constituir fuentes de conflicto de interés.
Ese fue el caso ocurrido el pasado 6 de marzo, durante la firma de un convenio entre un empresario y una fundación para otorgar becas a jóvenes estudiantes.
En el acto, realizado en los portales de Córdoba, nuevamente hizo su aparición Mauricio García Ballinas buscando protagonismo mediático, incluso estuvo en la primera fila del presidium.
Cabe señalar que el evento fue eminentemente político, pues el empresario firmante del convenio es un conocido político y exdiputado.
Sin embargo, más allá de las actividades políticas del director de la prestigiada escuela, surgen varias dudas.
¿García Ballinas incurre en conflicto de intereses? ¿No debería estar buscando beneficios para los alumnos de la escuela que representa, en lugar de para quienes no pertenecen al Tec? ¿Al partidizar al Tecnológico no pone en riesgo la independencia de la institución?
¿Mauricio García Ballinas usa la investidura de su cargo como director del ITESM para fines particulares?
¿Cuáles son los compromisos que adquiere de facto la universidad con los actores políticos con los que pacta arreglos y componendas?
¿El Tecnológico gana o pierde en imagen y prestigio ligándose a partidos y personas ligadas a la política?
Los padres de familia tienen la mejor respuesta a esta situación.
