Amatlán.- Una esperanza deja la primer Brigada de personas desaparecidas luego de que localizaron fosas clandestinas, aunque también significa que tienen mucho trabajo los colectivos de la zona Centro para seguir luchando y dar con el paradero de sus familiares.
“Ha sido una bendición los trabajos de la brigada que se acercaron a la Diócesis, porque venir buscando a sus desaparecidos y encontrar restos humanos da esperanza a las familias, a su vez nos deja trabajo de acompañamiento para las familias que viven este problema que aqueja a la sociedad”, expresó el sacerdote de la iglesia de los Santos Reyes, Julián Verónica Fernández.
Reconoció que en los días que estuvo la brigada se acercaron muchas familias para solicitar apoyo y unirse a la búsqueda, debido a que son muchos los que buscan a un esposo o hijo y que pese a sus esfuerzos no los han podido localizar.
Los hallazgos que realizaron los representantes de la brigada, han puesto en evidencia que en la zona hay muchos desaparecidos, algunos con denuncia y otros sin denuncia.
Tan sólo la Fiscalía de Desaparecidos reconoció unas 400 denuncias del 2015 a la fecha, luego de que fueran localizadas en Calería unas 12 fosas.
Algunos por temor o desconfianza según los colectivos no han denunciado, pero otros sí para dar con el paradero de sus familiares.
