AGENCIA
Guatemala.- La ONG Save the Children rechazó categóricamente estar involucrada en el tráfico de niños migrantes en Guatemala, un día después de que la fiscalía del país allanara cinco de sus sedes. Los operativos fueron liderados por el fiscal Rafael Curruchiche, quien señaló “posibles vulneraciones y abusos en contra de la niñez guatemalteca”, refiriéndose al supuesto tráfico de menores que viajan solos hacia Estados Unidos.
“Reafirmamos que nunca hemos facilitado ningún traslado de niños, niñas o adolescentes fuera de Guatemala”, manifestó la organización en un correo electrónico tras los allanamientos en sus oficinas situadas en dos municipios fronterizos con Honduras y tres poblados mayas. Además, Save the Children recordó que, tras las alegaciones previas contra la organización este año, no se encontraron pruebas de irregularidades en el allanamiento de su sede nacional en abril.
El primer allanamiento se produjo 12 días después de que se reportara en medios locales que la fiscalía guatemalteca había solicitado a su homóloga de Texas colaborar en la investigación de un supuesto tráfico de niños guatemaltecos en la frontera sur de Estados Unidos, que involucraría a organizaciones no gubernamentales como Save the Children.
En una carta, el secretario general de la fiscalía de Guatemala, Ángel Pineda, pidió la “atención” del fiscal general de Texas, Ken Paxton, ante una “situación grave” por una denuncia que alertaba sobre una “compleja red” de tráfico de menores no acompañados. Pineda mencionó un “patrón de desaparición” de niños en Guatemala que luego eran encontrados sin la protección de sus padres en albergues de Texas, donde han existido denuncias de “abuso sexual”.
“Estamos profundamente comprometidos con la transparencia y la rendición de cuentas. Estamos colaborando con las autoridades y cuidando de nuestro personal”, aseguró Save the Children. La organización ha trabajado en Guatemala desde 1976, tras un devastador terremoto, y se estableció formalmente en 1983. Actualmente, tiene proyectos en educación, salud, nutrición y asistencia a familias migrantes.
Es relevante mencionar que Curruchiche, Pineda y la fiscal general Consuelo Porras han sido sancionados por Estados Unidos y la Unión Europea, acusados de corrupción y violaciones a la democracia.
La trata de niños es un problema global que afecta a millones de menores anualmente. Según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), los niños constituyen casi el 30 por ciento (%) de todas las víctimas de trata en el mundo, y el 20% de ellos son menores de edad. Este delito implica la explotación de los menores para trabajo forzado, explotación sexual y, en algunos casos, la venta de órganos.
Las principales causas del fenómeno incluyen la pobreza extrema, la falta de acceso a la educación y crisis humanitarias que colocan a los niños en situaciones de vulnerabilidad. Las redes de tráfico aprovechan la soledad de los menores migrantes, que, al no contar con protección, se convierten en presas fáciles.
África y Asia son las regiones más afectadas, pero el problema también se presenta en América Latina y Europa del Este. En países en conflicto, como Siria y Afganistán, la situación es aún más crítica, ya que la falta de control estatal permite a las redes de tráfico explotar a los niños.
A pesar de los esfuerzos de organismos internacionales como UNICEF para combatir la trata infantil, la cooperación internacional sigue siendo fundamental. Se requieren políticas públicas efectivas, protección a las víctimas y sanciones severas para los traficantes, enfocándose en la prevención y la reintegración de los menores en sus comunidades.
