Córdoba.- Con 56 años, Saturnino Velázquez Romero ha decido dejar atrás su vida de retiro para convertirse en un pequeño empresario. Con ayuda de su familia, produce y empaca cada una de las bolsas del café “VERAFE” que actualmente se comercializan en la región.
Oriundo de Amatlán de los Reyes, Saturnino explicó que la falta de oportunidades laborales y la caída en la producción de la caña, le ha llevado a sacar sus propios recursos para sostener a la familia.
Saturnino se ha tenido que desprender de bienes muebles y dejar de lado algunas responsabilidades dentro de la familia. A pesar de todo, siempre ha contado con el apoyo incondicional de su esposa e hijos.
Dice saturnino que “VERAFE” nació con la intención de crear una empresa que en el futuro pueda competir con las grandes cadenas distribuidoras del aromático y generar, a su vez, trabajo.
“VERAFE” no solo es una nueva marca de café. Según Saturnino, se trata de un producto 100 por ciento de origen natural que cuenta con una dedicación especial durante todo el proceso, incluyendo el tostado que lleva a cabo uno de sus hijos, la esposa y el propio Saturnino.
VERAFE apenas alcanza los 300 kilogramos de producción mensual, sin embargo, ha sido una oportunidad para Saturnino y su familia, que han hecho que el producto se haya ido posicionando en el mercado por su calidad, a pesar de las dificultades que enfrenta el pequeño empresario en un mercado diseñado para las grandes marcas.
La intención de Saturnino es acceder a programas y apoyos gubernamentales que le permitan adquirir, al menos, una selladora para el empaque de las presentaciones de VERAFE. “Con ello incrementaría la productividad”, afirma. “Mis hijos y mi familia me dicen que no me raje, yo sé que poco a poco se va a levantar esta empresa. Afortunadamente le ha ido gustando a la gente”.
VERAFE se puede adquirir actualmente en algunos comercios de la Cuenca del Papalopan, así como en el domicilio de Saturnino, localizado en Fraternidad de Amatlán de los Reyes, o en el teléfono 01 271 71 6 90 87.
Yessica Martínez Arguelles
El Buen Tono