Río Blanco.- Cientos de familias saturaron ayer los panteones, para vivir el 2 de noviembre entre flores, tumbas y rituales.
Familias completas arribaron ayer a los diversos panteones para recordar a sus difuntos; en las inmediaciones, decenas de puestos con venta de flor fueron la constante.
En el caso de Río Blanco, Nogales y Huiloapan, hubo operativos de seguridad por parte de las policías y delegaciones de Tránsito, para salvaguardar la integridad de los habitantes que salieron a las calles en un día especial.
Alrededor de los cementerios autoridades otorgaron permisos para la venta de comida y flores de temporada, además de que se pudieron encontrar diversos productos típicos del Día de Muertos, como coronas de flores.
Quienes trabajan en los lugares de reposo eterno, registraron saturación en la demanda de sus servicios, ante la afluencia de decenas de personas.
Otros de los que aprovecharon la ocasión fueron los niños que exclusivamente ayudaban a quienes iban al panteón, para llevar agua desde los tanques hasta donde la necesitaran o hiciera falta.
La foto con las catrinas no faltaron, porque varios jóvenes caracterizados con esa figura, solicitaron la cooperación voluntaria a cambio de dejarse tomar fotografías de ocasión.
En tanto, personal de los camposantos recomendaban no colocar agua en los floreros, para evitar criaderos de moscos peligrosos para los visitantes.