Por: TOMÁS GONZÁLEZ JIMÉNEZ / columnista
SAQUEAR AL ESTADO DE VERACRUZ, SALIÓ BARATO
Todo el pueblo veracruzano con verdadero coraje e impotencia al no poder hacer nada, ante la sentencia que ha recibido Javier Duarte de Ochoa, exgobernador del Estado de Veracruz, de nueve años de prisión, restando los que ya lleva, simplemente por haber saqueado al estado de Veracruz, lo que significa que la puerta para seguir delinquiendo, está abierta, pues el costo es sumamente barato, para próximos delincuentes.
La sentencia es de nueve años de prisión, con derecho presuntamente al salir, para seguir participando en política, disfrutar de la inmensa fortuna que amasó con los impuestos de todos los veracruzanos, no pagó ni un peso por la reparación del daño, de acuerdo con las leyes recibe unas muy suaves penas, todo eso porque no fueron suficientes las pruebas presentadas en su contra, etc., etc.
Parece que todo eso, supuestamente, obedece a favores que hizo a personajes de la clase política en campañas electorales, situación que le ha favorecido ante el gravísimo perjuicio que le hizo al estado de Veracruz.
Hasta donde ha llegado la clase política, poniendo en práctica leyes que en lugar de verdaderamente castigar severamente a los delincuentes, parece que fueron hechas para favorecerlos y hasta es posible, les tengan que decir, perdone, disculpe usted por haberlo perturbado en su carrera delincuencial, pero le aseguramos que no se volverá a repetir.
A través de la historia de México, parece que siempre ha sucedido así, los que delinquen han ido siendo premiados con puestos oficiales o de elección popular, y ahora en este año 2018, están las gravísimas consecuencias con un país destrozado, con un estado de Veracruz con un gobierno fallido, en ambas situaciones la ambición, la perversidad, la egolatría, han hecho que tengamos las espantosas consecuencias de desórdenes en todos los reglones.
Hasta hace unos días decíamos que parece que ahora sí se estaba en verdad combatiendo la corrupción e impunidad, pero que equivocados estábamos, viendo ahora la realidad de lo que viene sucediendo, que no es otra cosa que seguir perjudicando al pueblo mexicano, en este caso al veracruzano.
También decíamos en estos espacios, que daba la impresión que la clase política venía padeciendo enfermedades incurables y hasta ahora parece que así es, pero lo más triste y lamentable es que no se han dado cuenta que los perjudicados han venido siendo la niñez, la juventud, a quienes se debería cuidar y proteger, pero parece que a esa clase le ha entrado la demencia política que no los hace ver la realidad.
Ahora, si la justicia ha sido hasta esta fecha con Javier Duarte de Ochoa, muy benévola, se espera que el resto de la pandilla que participó en el saqueo al estado de Veracruz, lo más y presuntamente probable es que también lo sea con ella, y así veremos en poco tiempo como a esos individuos nuevamente les permitirán participar en política, pero debe recordarse que quien a traicionado al pueblo una vez, lo volverá a hacer.
Por ejemplo la Cuenca del Papaloapan, particularmente el municipio de Cosamaloapan, que ha sido saqueado duramente por dos presidentes municipales, un hombre y una mujer, esperan que se hagan las investigaciones pertinentes con verdadera entrega y decisión, para que, de ser culpables, se les aplique sencillamente la ley.
Mientras la justicia, los siga apapachando, cubriendo, solapando, nunca se compondrá la situación en los tres niveles, ya es necesario que la Federación, los Estados y los Municipios encuentren el camino verdadero de la superación, que hasta ahora no lo han encontrado.
Parece que en el caso Javier Duarte de Ochoa, intervendrán otros organismos nacionales e internacionales, para que las autoridades que aplican la Ley en México, hagan un verdadero análisis de esa situación, pues no es posible que el saqueo que realizó junto con su pandilla, le salga el castigo muy barato.