COSOLAPA.- En esta época de visitar a los difuntos, el pueblo cosolapeño se ha topado con la sorpresa de que las cruces y demás acabados metálicos han sido robados de las tumbas de sus seres queridos.
Debido a la poca vigilancia y al nulo mantenimiento del camposanto municipal, los amantes de lo ajeno han saqueado descaradamente algunas tumbas. Hasta han robado cruces de metal para venderlas como fierro viejo.
Los visitantes han externado su descontento, pues consideran que la delincuencia ha rebasado completamente a las autoridades —quienes han dejado a este municipio como un pueblo sin Ley, que le ha dado la espalda a los colonos, pues los hechos delictivos se dan en cualquier situación—.
“No puede ser que no respeten ni siquiera este lugar, nosotros tenemos que venir a dar vueltas pero no podemos vivir aquí. Los rateros están al pendiente y se roban todo”, aseguró una pobladora.
Aluminio, fierro, algunos mosaicos y hasta esculturas son sustraídas del panteón, provocando pérdidas considerables y causando un duro golpe al bolsillo de los deudos, quienes con esfuerzo han logrado construir las criptas que ya lucen en total descuido, tras haber sido destrozadas por ladrones.
La falta de vigilancia y de bardas perimetrales es el principal problema. Dicha situación fomenta el vandalismo, que ya se considera como fuente de ingresos los materiales a los que se les pueda sacar provecho en la reventa.
