Guadalajara.- Es apenas la segunda victoria del Apertura 2013 para Chivas. Una campaña mediocre. El riesgo de la tabla porcentual cada vez más cerca. El 1-0 sobre Pumas no es suficiente para olvidar. La afición explota cerca del minuto 90. Las mantas son una amenaza clara. “Se van o mueren”, “Antes del descenso conocerían el panteón”, se puede leer en la tribuna oriente.
Guadalajara está cada vez más cerca del descenso. Tiene dos semestres sin calificar a la Liguilla. Un club con pasado grande y presente chico. Los seguidores no pueden más. Exigen, a su manera, soluciones a este pésimo andar de un plantel que arrastra el prestigio de la institución. Es el triste epílogo de una campaña para el olvido.
El silbatazo final ofrece a Chivas apenas su segunda victoria de una triste campaña. Un triunfo bajo amenazas de su propia afición, que en la despedida como local no perdona y tampoco olvida el pésimo torneo de su club.
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