Efraín Hernández
EL BUEN TONO
CÓRDOBA.- Cerca de 300 integrantes de la Coordinadora Nacional de Artesanos y Comerciantes Zepaniah se manifestaron de manera pacífica en la avenida 11, en demanda de la destitución del director del Hospital Civil Yanga, Roberto Carlos García. Los manifestantes bloquearon la vialidad hasta la Calle 31, dejando libre el acceso al hospital, y acusaron al director de corrupción, negligencia y discriminación hacia la población indígena de la región.
La protesta fue el resultado de un prolongado descontento por lo que consideran una actitud de indiferencia del director hacia las necesidades de las comunidades vulnerables. Los representantes de Zepaniah señalaron que Roberto Carlos García no ha tomado acciones para mejorar la atención médica en el hospital, lo que, aseguran, ha puesto en riesgo la vida y salud de sus pacientes. Esta situación ha generado críticas crecientes hacia la administración del hospital, especialmente entre las comunidades indígenas.
Los manifestantes demandaron no sólo la renuncia del director, sino también que él rinda cuentas y se someta a un proceso de investigación. Además, advirtieron que, si el gobierno estatal no interviene, recurrirán a otras acciones, como el bloqueo de carreteras. Señalaron que en ocasiones anteriores intentaron dialogar con las autoridades del hospital, pero fueron ignorados o recibieron promesas incumplidas.
Después de seis horas de bloqueo, representantes del Gobierno del Estado intervinieron, logrando un acuerdo para destituir a Roberto Carlos García y su equipo de confianza. Los manifestantes también obtuvieron compromisos concretos para mejorar la calidad de los servicios en el hospital en beneficio de la región. García enfrenta ahora un proceso administrativo que podría concluir en su baja definitiva.
García es acusado por trabajadores del hospital de acoso laboral y abuso de autoridad. Empleados denunciaron que un reducido grupo de personas cercanas a él recibía un trato preferencial, mientras que el resto del personal enfrentaba un ambiente laboral hostil. García fue señalado por cerrar un área de descanso destinada a familiares de pacientes, que fue convertida en una bodega, y por usar el personal de seguridad para intimidar a quienes cuestionaban su gestión.