El Cairo.- El avión de la aerolínea rusa Metrojet se estrelló en la península del Sinaí, sólo 23 minutos después de despegar de la localidad turística de Sharm el-Sheij, en el mar Rojo, con destino a San Petersburgo. Las 224 personas que iban a bordo, en su inmensa mayoría ciudadanos rusos de vacaciones, fallecieron.
El lunes surgieron distintas informaciones y teoría sobre cuáles pudieron haber sido las causas del siniestro.
Algunos expertos en aviación plantearon la posibilidad de que a bordo del Airbus hubiese una bomba, mientras que otros citaron un incidente previo, cuando en 2001 la aeronave rozó la pista con la cola durante el aterrizaje.
Las autoridades egipcias están analizando las cajas negras del avión, que se estrelló el sábado causando la muerte de las 224 personas que iban a bordo, en su mayoría de nacionalidad rusa.
“En el momento anterior a que el aparato desapareciera de los radares se registraron sonidos que no son característicos de un vuelo normal”, cita la agencia a su fuente. Poco antes en cambio se escucha el intercambio habitual entre pilotos y controladores aéreos sin indicios de irregularidades.
En los restos recuperados del fuselaje no hay indicios de un daño causado desde el exterior, según las fuentes rusas. También expertos en seguridad estadounidenses descartaron tras el análisis satelital que el avión haya sido derribado.
Las imágenes registraron en el momento del accidente una bola de calor sobre el Sinaí, informaron las emisoras de televisión CBS y NBC. Pero no hay indicios del disparo de un misil, señalaron.
Metrojet descartó que el accidente pudiera deberse a fallos en los equipos o a un error humano.
El presidente de Egipto, Abdel-Fatá el-Sisi, insistió el martes que la situación en la península del Sinaí estaba “totalmente controlada” y que las afirmaciones del grupo Estado Islámico de haber derrumbado el avión eran “propaganda” destinada a dañar la imagen del país.