AGENCIA
Internacional.- Misiles rusos impactaron edificios de apartamentos en la región oriental ucraniana de Donetsk, sepultando a familias bajo los escombros, según informaron las autoridades locales el jueves. Este ataque se suma a la escalada de la violencia en una región altamente disputada, donde las fuerzas rusas han dirigido sus armas de largo alcance.
El ministro ucraniano de Asuntos Internos, Ihor Klymenko, reportó que unidades militares rusas lanzaron seis misiles S-300 de manera simultánea durante la noche. Los proyectiles alcanzaron las ciudades de Pokrovsk, Novohrodivka y Myrnohrad, ubicadas entre 25 y 40 kilómetros del frente. La intensidad de los ataques ha aumentado en estas áreas, donde se han registrado pocos cambios en el campo de batalla durante los últimos meses.
En las ciudades afectadas, como Pokrovsk y Novohrodivka, se han registrado víctimas civiles y daños significativos en infraestructuras residenciales. Los ataques destruyeron un edificio de varias plantas, casas, una comisaría y vehículos. Las autoridades informaron sobre la extracción del cuerpo de un hombre de 62 años de entre los escombros en Novohrodivka, mientras que otras cuatro personas, incluido un niño, podrían estar bajo los escombros.
Este incidente marca el cuarto ataque contra Pokrovsk en el último mes, según Serhii Dobriak, responsable de la administración local. Las autoridades instan a la evacuación de la población civil debido a la creciente intensidad de los ataques, que han impactado el centro de la ciudad y áreas residenciales.
En el sur del país, las fuerzas rusas también cañonearon zonas residenciales en la región de Jersón, causando daños en infraestructuras y una escuela, y resultando en la muerte de al menos una persona.
El presidente Volodímir Zelenski visitó las tropas en Kupiansk, una zona de combates en la región nororiental de Járkov, expresando su reconocimiento al sacrificio de los soldados y llamando a la precaución en medio de la escalada de tensiones.
La situación en el este de Ucrania se torna más crítica, ya que las fuerzas rusas intensifican los ataques en un intento de ganar terreno cerca de Avdiivka y Bájmut, ciudades estratégicas en el frente de batalla.
