ATENAS.- Grecia rechazó las exigencias de sus acreedores y espera retomar fortalecida una negociación con Europa que será dura y que hace más plausible su salida del euro.
Más de 61 por ciento de los votantes griegos rechazó en el referéndum las últimas exigencias de austeridad de la Troika, formada por la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, con 95 por ciento de los votos escrutados.
El primer ministro, Alexis Tsipras, aseguró que la decisión de los griegos “no es una ruptura con Europa”, sino que “refuerza nuestro poder de negociación”.
Su ministro de Finanzas, Yanis Varoufakis, afirmó que se trata de “una herramienta que servirá para tender una mano cooperativa a nuestros socios”, y aseguró que a partir de hoy el Gobierno trabajará con sus acreedores para “encontrar un terreno de acuerdo”.
Los socios de Grecia no tardaron en reaccionar. Los primeros en hacerlo fueron el presidente francés, François Hollande, y la canciller alemana, Angela Merkel, que dijeron estar “de acuerdo” en que “hay que respetar” el revés que masivamente han dado los griegos a la austeridad que preconiza Bruselas.
