José Balcázar
El Buen Tono
Fortín.- La denuncia de que un perro permanece atado en El Faunito, en condiciones deplorables, aullando durante las mañanas y noches sin que ninguna autoridad intervenga, comprueban que al alcalde Gerardo Rosales Victoria, y a su cabildo, les tiene sin cuidado la protección animal.
A 10 meses de que termine su gestión, quedó en evidencia que el maltrato al perro es uno de los temas en lo que existe desinterés y omisión de su parte, lo que también es corrupción, dijeron vecinos.
La inmundicia del lugar es alarmante, añadieron, “el can carece de por lo menos un cartón para acostarse y, en su desesperación, rompió el cristal de una ventana para intentar refugiarse en un cuarto abandonado”.
Resulta incomprensible que dentro de una propiedad en litigio que tiene el ayuntamiento en posesión, tengan a sus animales en condiciones de maltrato y violando las leyes que ellos deberían, como autoridad, en ser los primeros en cumplirlas.
Deberían prohibirle al velador amarrar los perros, teniendo tanto terreno para que puedan disfrutar libremente.
“A lo largo del mandato de Rosales Victoria, su cabildo se mantuvo como un simple espectador, sin cuestionar ni exigir soluciones a los problemas existentes”, añadieron los quejosos.
La mayor prueba de su mala actuación, precisaron, es que, a pesar de las promesas, nunca instalaron el Centro de Bienestar Animal que tanto anunciaron, condenando al abandono a los animales callejeros y permitiendo situaciones como la que denuncian los ciudadanos.
Mientras rescatistas y activistas preocupados por los derechos de los animales se movilizan para ayudar al perro, el ayuntamiento de Fortín sigue omiso, corrupto, con lo cual demuestra que para Gerardo Rosales y su equipo, el sufrimiento animal carece de importancia.
