De la Redacción
El Buen Tono
Fortín.- La situación de los empleados de Limpia Pública es alarmante y preocupante; a diario enfrentan condiciones laborales indignas y peligrosas; mientras que el alcalde, Gerardo Rosales Victoria, se desentiende de sus necesidades y derechos básicos.
De acuerdo con testigos, los obliga a trabajar doble jornada para completar sus rutas, debido a que las unidades de recolección se encuentran en malas condiciones.
A pesar de tener vehículos inutilizados en el recinto ferial, el mantenimiento y reparación de no se realiza como se debe.
El supuesto coordinador del área, Hugo Morales, cambia las rutas a su antojo, favoreciendo a sus allegados, mientras que la directora, Liz Miranda, quien es intocable por su relación con Rosales, solapa dichas irregularidades.
La falta de uniformes y equipo de seguridad es otra grave deficiencia.
Los nuevos empleados no reciben el material necesario, y aun así se les exige que completen sus tareas en condiciones peligrosas.
Además, se les obliga a trabajar en fechas festivas sin recibir pago adicional, o días de descanso compensatorios, como lo marca la ley.
En Fortín, únicamente hay tres camiones para cubrir ocho rutas diarias, y apenas funcionan.
En muchas ocasiones, los empleados deben recolectar basura en camiones de volteo, exponiéndose a riesgos significativos.
Trabajan pisando y maniobrando sobre los desechos, enfrentando el constante peligro de caerse, ante la complacencia del alcalde.