De la Redacción
el buen tono
Fortín.- El alcalde, Gerardo Rosales Victoria, entregó una patrulla al municipio para atención de denuncias ciudadanas, específicamente relacionadas con la violencia de género, dijo que era nueva, pero mintió, porque la adquirieron en 2018 durante la administración de Antonio Mansur.
El hecho se llevó a cabo el lunes pasado durante un acto protocolario en la explanada del palacio municipal, a fin de conmemorar la lucha contra la violencia hacia mujeres y niñas.
Ahí, el edil presumió públicamente la entrega de la “nueva” unidad, modelo 2017, placas YBN964A.
Aunque Rosales Victoria intentó hacer pasar la unidad como una nueva adquisición, se descubrió que era un automóvil usado, pero además tiene un adeudo atrasado por derechos vehiculares en Hacienda del Estado, lo que agrava la situación.
La situación refleja una falta de transparencia y de compromiso con las necesidades de seguridad y bienestar de los ciudadanos, especialmente en lo que respecta a la protección de las mujeres y las niñas en el municipio.
Corrupción
La situación se complica aún más al observar que el alcalde omitió las inversiones necesarias en el parque vehicular de la localidad, entre las que se encuentra solventar los impuestos atrasados de los vehículos heredados de la administración pasada.
Lo anterior evidencia una gestión financiera deficiente y una clara falta de planeación en el manejo de los recursos municipales.
Además, se suma la pereza de la síndica municipal del Partido Verde Ecologista, y del departamento de Contraloría, que encabeza Marco Antonio Martínez Hernández, a quienes acusan de permitir que algo así ocurra, y por no supervisar adecuadamente la gestión de la actual administración morenista.