San José.- El presidente de Costa Rica, Luis Guillermo Solís, rompió el protocolo de seguridad en su primer desplazamiento en automóvil como mandatario, pues detuvo la marcha de su vehículo en el Parque Central para convivir con las personas ahí presentes.
Solís abandonó, por algunos minutos, la unidad y fue rodeado por los transeúntes, que lo aplaudieron, e incluso accedió a tomarse fotografías con ellos.
Cuando regresó al interior del vehículo, varias personas se acercaron a platicar con el presidente, sentado junto al chofer, y las conversaciones se desarrollaron a través de la ventana que Solís mantuvo con el vidrio abajo. Las personas tuvieron libre acceso al gobernante.
La inesperada escala se cumplió durante el desplazamiento hacia donde se desarrolló el almuerzo que el flamante presidente ofreció a las delegaciones extranjeras visitantes.
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