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¿Rojo o azul?

Superiberia

CALIFORNIA.- Imagínese usted que los candidatos a la presidencia por el PRI, PAN y PRD se decidieran en Tabasco y Durango y que los votos para la presidencia de Sonora y Veracruz prácticamente no contaran para nada. Aunque usted no lo crea, así es como funcionan las elecciones en ésta tierra de gringos.

 

 Todo el desgarriate electoral gringo empieza con las elecciones primarias que suenan como algo muy sencillo, es el proceso mediante el cual los partidos designan su candidato a la presidencia. El problema es que nada es sencillo en lo que se refiere a la política estadounidense. 

 

Cada Estado decide cuándo tener sus elecciones primarias y tradicionalmente los estados de Iowa y New Hampshire son los primeros; toda la maquinaria política  y de publicidad se mueve a las dos entidades porque los candidatos que no salen bien librados ahí difícilmente pueden continuar. Nevada y Carolina del Norte son los siguientes en la lista y para cuando les toca a los últimos como California y Alaska, las cosas ya están decididas. Habría que decir aquí que Iowa y New Hampshire son estados muy güeros donde nuestros paisanos no pasan del cinco por ciento y los afroamericanos no pasan del tres ¡Hágame usted el favor! para que luego nos presuman de diversidad.

 

Menos del 15 por ciento de la población en edad de votar ejerce su derecho en las elecciones primarias, los candidatos saben que sólo los votantes de hueso colorado llegan a las urnas, lo que hace que sus discursos me muevan a los extremos, los republicanos en particular tienen que atraer a los evangélicos amantes de las armas que creen que nuestros paisanos les están robando sus trabajos y que hay que bombardear a cuanto país se ponga enfrente.

 

Una vez que los votantes de Iowa y New Hampshire, y tal vez los de Nevada y Carolina del Norte seleccionan al candidato de cada uno de los dos partidos empieza la verdadera batalla por la Casa Blanca. En México, la batalla por Los Pinos se da por igual en los 32 estados que componen nuestra república; en la tierra de los gringos, unos estados son mucho mas importantes que otros; el sistema que permite semejante burrada se llama Colegio Electoral.

 

Cuando oímos la frase  “El Colegio Electoral” pensamos, naturalmente, que se trata de una escuela para aprender a votar. Esa institución, que afortunadamente no existe en México, es la encargada de elegir presidente y vicepresidente en el país gringo. Para los mexicanos que no están familiarizados con el concepto de Colegio Electoral es una gran sorpresa enterarse de que en el año 2000, más estadounidenses votaron por Al Gore que por George W Bush. Todos sabemos que el tejano ocupó la Casa Blanca entre el 2000 y el 2008. Gore ganó el voto popular mientras Bush ganó el voto electoral que es el que cuenta.

 

Cada miembro del Colegio Electoral (elector) tiene un voto y cada estado tiene tantos electores como congresistas. Dos estados, Maine y Nebraska, eligen electores de manera proporcional a los votos recibidos por los partidos, los 48 estados restantes mandan a todos los electores del partido con más votos en el estado.

 

En todo el mundo se usa el rojo para representar a la izquierda del espectro político, los gringos, alrevesados como siempre, han hecho que el color rojo represente a la derecha, dejando el azul para la izquierda. Si el término “rojillo” se usara en éste país, describiría a un conservador nacionalista muy religioso.

 

El partido Demócrata representa a la izquierda, su color es el azul y su símbolo es un burro mientras que el partido Republicano representa a la derecha, su color es el rojo y su simbolo es un elefante. Imagínese usted la sorpresa que se lleva un izquierdista mexicano cuando descubre que en Estados Unidos no es rojillo sino azulillo y que el animal que lo representa es un burro,  al pobre le deben dar ganas de regresar a México o de plano seguir hasta Canadá para ver si las cosas son un poco mejor por allá.

 

En estados muy rojos o muy azules el voto para presidente prácticamente no vale nada. Los que viven en California o Nueva York van a tener electores Demócratas mientras que quien viva en Mississippi o Alabama van a tener electores Republicanos. El voto de los que viven en estados púrpura (ni azul ni rojo) es mucho más valioso. ¿Recuerda usted el mitote que hicieron en Florida en el 2000 contando y re-contando votos? Cuando dejaron de contar, Bush recibió 537 votos más que Gore, quinientos votos no hubieran hecho ninguna diferencia en estados como California o Georgia pero le dieron los 25 votos electorales de Florida al tejano con los que ganó la elección.

 

En la última elección circuló por ahí un video de una niña de unos cuatro años llorando diciendo que ya no quería oír de Bronco-Bama o Mit Romney, a la pobre le tocó crecer en Ohio (estado púrpura), si hubiera nacido en Alabama o en California, a esa edad probablemente nunca hubiera oído esos nombres.

 

El resultado de las elecciones estadounidenses es muy importante para México. No sólo por lo interrelacionadas que están nuestras economías sino porque el destino los millones de mexicanos que vivimos al Norte del río Bravo depende en gran medida de la clase de políticos que ocupan la Casa Blanca y el Congreso. Si usted tiene paisanos de este lado de la frontera, por favor anímelos a votar, lo que está en juego es muy importante, los fanáticos anti-mexicanos siempre votan. Por favor mande sus comentarios y sugerencias a cosasdegringos@cambuston.com.

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