AGENCIA
Veracruz.- El pasado 30 de octubre, tres jóvenes emprendieron una peregrinación en bicicleta desde Yucatán hasta la Villa de Guadalupe en la Ciudad de México, donde entregaron sus plegarias a la Virgen guadalupana.
En la Villa de Guadalupe, se encontraron con otro peregrino de Campeche, y el 17 de noviembre decidieron regresar juntos en el camino, sumando cuatro personas en total. Al llegar a Veracruz, buscaron dónde pasar la noche y, lamentablemente, encontraron un rincón a la intemperie.
Nazario Olivero, uno de los jóvenes, relató: “Anoche llegamos acá a la Catedral de Nuestra Señora de la Asunción, pedimos si podemos dar el trago y nos dijeron que no y nos fuimos bajo del palacio y del Palacio vinieron unos señores que están trabajando allá que nos quitaron”.
MoMENTO
DE PRUEBA
Pero la prueba más difícil llegó cuando a Nazario le robaron su bicicleta en la que peregrinaba por las carreteras del sureste. A pesar de este revés, su fe en la Virgen de Guadalupe fue más grande, ya que un buen samaritano se apiadó de ellos y les obsequió una bicicleta afuera de la catedral.
“Gracias a Dios ya vino el señor Mario, nos trajo esta bicicleta, ahorita le estamos cambiando las llantas”, expresó Nazario.
Cada uno de los peregrinos lleva a la espalda una carga de más de 40 kilos, compuesta por imágenes religiosas que adquirieron en la Villa de Guadalupe. Con este peso sobre sus espaldas, estiman llegar a Yucatán al mediodía de los festejos de la Guadalupana, el 12 de diciembre.