
River Plate sufrió hasta el último minuto, pero logró sostener la presión de Boca Juniors para quedarse con una valiosa victoria 2-1 en el esperado Súper Clásico de Argentina, correspondiente a la jornada 15 del Torneo Apertura 2025. El Estadio Monumental vibró con un duelo lleno de intensidad y emociones.
El técnico Fernando Gago sigue sin encontrarle la fórmula a River, acumulando ahora seis derrotas y un empate en siete enfrentamientos ante los Millonarios, aunque esta fue su primera experiencia en el clásico como entrenador de los Xeneizes. Con este resultado, River Plate se coloca tercero en el Grupo B con 28 puntos, mientras que Boca Juniors mantiene el liderato del Grupo A con 32 unidades.
Un arranque intenso y un gol de otro partido
Desde el inicio, el conjunto dirigido por Marcelo Gallardo tomó el control del balón y buscó asfixiar a Boca con presión alta y ataques constantes. Sin embargo, la férrea disputa en el mediocampo dejó pocas llegadas claras.
La paridad se rompió al minuto 25, gracias a una joya de Franco Mastantuono, quien marcó un espectacular gol de tiro libre que dejó sin reacción al arquero Agustín Marchesín. Un disparo lejano que se clavó en el ángulo superior izquierdo, desatando la euforia en las gradas del Monumental.
Boca reacciona, pero River responde de inmediato
Boca Juniors logró empatar momentáneamente tras aprovechar un error defensivo: Lautaro Blanco filtró un pase que Germán Pezzella no pudo despejar, permitiendo que Miguel Merentiel definiera ante Franco Armani para el 1-1 al 37’.
Sin embargo, la respuesta de River fue inmediata. Al 43’, tras un centro de Marcos Acuña y un primer remate de Sebastián Driussi que Marchesín alcanzó a desviar, el propio Driussi aprovechó el rebote para mandar el balón al fondo de las redes y recuperar la ventaja para los locales.
Una segunda mitad de resistencia y heroísmo
El segundo tiempo mantuvo la intensidad, aunque disminuyó en precisión. River se enfocó en conservar la ventaja, mientras que Boca, con más empuje que claridad, buscó desesperadamente el empate.
River estuvo cerca de liquidarlo en un contragolpe comandado por Mastantuono, quien prefirió rematar en vez de ceder el balón a Coldio, desperdiciando una oportunidad clara para sentenciar el partido.
Los minutos finales fueron de sufrimiento para River Plate, pero una vez más Franco Armani emergió como figura, con un par de atajadas monumentales que aseguraron el triunfo y encendieron la celebración de los Millonarios en el Monumental.
