Córdoba.- A casi 4 meses como alcalde suplente ya tiene bien ganado el mote de Rivas “el alcahuete de Portilla”, porque se ha dedicado a aceptar renuncias cuando todos los cordobeses sabemos que son renuncias exigidas a funcionarios corruptos dentro del Ayuntamiento, sin embargo, sólo los “corre” pero no los acusa ante la autoridad responsable para que les finquen cargos por el daño ocasionado al patrimonio de Córdoba.
De poco sirve que Rodríguez Todd ya no esté en la Dirección de Agua, si no regresó lo que se llevó, volviéndose Rivas además de alcahuete de Portilla, cómplice, -al no actuar judicialmente- de toda la runfla de corruptos que se han dado de baja en el Ayuntamiento. ¿Será esa la razón por la que Apasco sí crece y Córdoba no? Porque, para que lo sepa usted amigo lector en Cementos llegó, además de correr a los rateros también los metió a la cárcel.
En días pasados Rivas tontamente declaró que invitaba a Tomás a realizarle las auditorías que considerara necesarias a Portilla; que alguien le explique al alcalde suplente, que, Tomás llega hasta el 1º de enero a ocupar su cargo como presidente de Córdoba y que ¡es a él ahora, a quien le corresponde entregarnos cuentas a todos los cordobeses! si no quiere hacerlo por omiso -la omisión también es corrupción- o por su edad, que renuncie y deje de “hacerse pato” y andar de queda bien con el alcalde electo, ¡que ya hasta el gobernador Javier Duarte vino a regañarlo y ni así entiende!
Rivas tiene la obligación de entregar cuentas claras a los cordobeses, además, cuenta con los recursos para hacerlo, por cierto tiene contratado como auditor al orizabeño Enrique Trueba, como si en Córdoba no hubiera despachos contables profesionales, y no darle así el trabajo de esta ciudad a un chayotero que es el mismo auditor en sus empresas, Rivas repite las prácticas de Portilla dándole trabajo a los de fuera olvidándose de los cordobeses.
Al alcalde suplente Rivas, le recordamos que las nóminas con los aviadores que corrió las autorizaron y pagaron Portilla, su ex síndico Mauricio Delfín, su ex tesorero Martín Becerra y su regidor encargado de la comisión de Hacienda el síndico único Luis Díaz Barriga Salgado cuarteto de corruptos. ¿Por qué no los denuncia; por que son sus amigos? o por miedo a que cuando se vaya él -Rivas- ¿también tendrá cola que le pisen?
El alcalde actual ha demostrado puntualidad en todos los eventos donde se da cita, y se lo reconocemos porque eso es un valor, pero también la honestidad es otro valor y es de extrañarse que no haya encontrado ninguna anomalía en la administración.